viernes, 7 de junio de 2013

MIS PALABRAS DE PÉSAME A LOS SANTANA


María Santana
Parece mentira cuando hace unos años Mariela Rodríguez y yo viajamos a Pozo de Rosas haciendo un recorrido para un evento que cambió la vida de muchos de nosotros; fue allí cuando conocí a los Santana, Willian Santana, María de Santana y sus hijas, líderes de una pequeña congregación en la Victoria Edo. Aragua, un grupo pequeño, pero encantadores, fue con ellos con quienes compartí maravillosos momentos, y puedo decir que fueron mis mentores en muchas áreas de mi vida. Hoy, muchos años después de esos días a principios de los 90, ambos han partido en fechas separadas, pero dejando un gran legado de servicio; a pesar de no estar presente como en aquellos tiempos no dejan de estar en mi corazón; atesorados esos días juntos a mis compañeros y hermanos, imposible hoy no compartir la profunda nostalgia de su partida a la tierra de los que realmente viven, y estoy convencido que esa hermosa reunión de esta gran pareja ha de ser un capítulo maravilloso del Reino Celestial, que cuando lleguemos allá los habitantes de esa Gran Ciudad de calles de oro nos contarán. 
Los Esposos Santana

Muchos hemos trabajado en la logística de estos campamentos y convenciones juveniles, algunos hemos puesto las bases de estas emblemáticas actividades; así como grandes proyectos, como la Coral Unida y encuentros de adoradores; hoy podemos estar orgullosos de esta gran pareja y de la maravillosa sierva que fue y es María Santana quien hasta el final de sus días sirvió con amor, cariño, y mucha disposición a la obra del Señor en estas maravillosas convenciones juveniles. Estoy convencido que al llegar a su morada celestial le rindieron los más altos honores digno de aquellos que mueren en una gran batalla; queda de nosotros seguir ese ejemplo de fe, perseverancia, servicio, amor y capacidad de dar ese extra que nos hace extraordinarios. 

La Gran Sonrisa de Willian Santana
A los que aún quedamos, a sus hijas Vianyi y Vianka, espero que Dios les de el consuelo que sólo Él sabe dar en estos días de vacío que nuestro gran enemigo que es la muerte nos deja, pero mis niñas siempre con la frente en alto como sus padre hubieran querido, firmes y dichosas, con la mirada en lo de arriba, con la esperanza que al terminar su labor y propósito en esta tierra sus padres estarán con los brazos abiertos para decirles que pelearon la buena batalla, satisfechos de todo lo que de ahora en adelante emprenderán. No olviden el gran linaje de donde vienen, y la bendición de padre que tuvieron la oportunidad de tener, guarden ese legado, honren con la mejor vida de servicio a Dios y cuenten ese gran testimonio que fueron ellos en la vida de muchos de nosotros; sean ejemplo de ese gran amor y nunca dejen de luchar con la esperanza que desde los cielos ellos ya están complacidos de ustedes. A todo los que leen estas palabras, recuerden que la vida es una neblina y que cada segundo que pasa debemos aprovecharlo para ser felices y servir, amar a nuestro prójimo buscar la justicia de Dios y seguir el camino de fe, amor, esperanza que Las Escrituras nos han dejando, para algún día en los cielos ser considerados justos delante del Creador, vivamos sabiamente, y no como el necio de la parábola. 


Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” Lucas 12:20 … Vivamos a plenitud!

Dios Los Bendiga Donde quieran que estén...!
Ender Goyo.

Editado por Eneida de Goyo (Mi Madre)

Eneida de Goyo ¡Sierva ejemplar,digna de ser imitada.. Cuántos bellos y hermosos recuerdos de los momentos que compartimos con su linda familia! Gracias Padre por el privilegio de haberla tenido entre nosotros, ya está en tu presencia Señor, en unión de su amado esposo..Guarda a Viangi y Vianka y sólo tú eres su gran consuelo, y que esa paz que sobrepasa todo entendimiento llene sus vidas y la de todos sus seres queridos.. Gracias Mariela por compartirlo, saludos

Ender Goyo: Les dejo un vídeo que edite hace unos años cuando aprendía edición en RCTV




Dios Los Bendiga Donde quieran que estén...!
Ender Goyo.