miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA SIMPLICIDAD DE UNA HERIDA

“...Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción”. Génesis 41:52 
 “Las doce puertas eran doce perlas”. Apocalipsis 21:21

¿Qué es una perla? 
EN UNA OPORTUNIDAD un ministro abrió su Biblia en estos dos versos y comenzó su sermón diciendo: cada puerta es una perla y ¿qué es una perla? Preguntó. Una perla no es más que una herida que un marisco se hace con la arena; dicha lesión consiste en que una pizca de arena queda metida en la llaga que se  forma de una herida, y allí actúa su sistema, comenzando a trabajar en la cicatrización de esa pequeña y dolorosa herida. Cuando ésta queda sana, y el proceso de reparación culmina, es una perla lo que cierra la herida. Este proceso es muy largo. Este sufrimiento hace aparecer recursos insospechados de sanación, el resultado aunque precioso y muy codiciado no es más que el desperdició de una herida sanada la cual no se puede obtener de otra manera. Entonces podemos decir: “Que la perla es una herida cicatrizada, si no hay herida no hay perla”.

El Señor es poderoso y el puede transformar los infortunio de nuestra vida   en bendiciones y las heridas en perlas preciosas de gran valor. Aún esas desventajas que pueden se muy dolorosas logran ser un potencial de salvación. Miren a su alrededor cuantas personas con impedimentos alcanzan cosas que ni usted ni yo nos atreveríamos a hacer con todos nuestros sentidos sanos y completos, pero observe que son estas personas las que están plasmadas en las páginas de la Biblia glorificando con sus vidas el poder del Señor. 

“Cada puerta es una perla” cada infortunio, cada fracaso, cada pérdida, puede transformarse. El mismo Dios que abrió el mar rojo tiene el poder para transformar las desgracias en mensajes suyos. De la misma forma en que Jesús transformó la cruz, que era un símbolo de vergüenza criminal, en símbolo del inmensurable amor de Dios. El amor de Dios es infinito, el es poderoso para hacer que sus heridas sanen tomando forma de perla, no sólo para usted, sino para todo el mundo. Si no hay herida no hay perla. Recuerde que en los altibajos de la vida pueden venir la más ricas recompensas. Les dejo esta frase: “EL que la vida muela a un hombre, o lo pula, depende del material del que esté hecho”. 


Dios los Bendiga y feliz semana. 
Ender Goyo