Por: Ender Goyo -
Caracas, Venezuela.
"Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de
este mundo, mis servidores pelearían..." Juan 18:36
Marchas en Venezuela |
En vista de los últimos sucesos acontecidos en Venezuela en
los últimos años, es inevitable sentarse a escribir al frente del computador
sin hacer algún comentario al respecto. Sin duda alguna estamos pasando por un
período difícil, y socialmente se habla de fractura en diversos ámbitos;
incluso no faltó quien declarara a los medios que dichas fracturas alcanzan
hasta los niveles religiosos.
Las circunstancias que estamos viviendo, demandan de
nosotros estar atentos, conscientes de nuestra verdadera identidad. Como
cristianos, no podemos pasar por alto que si bien es cierto que estamos en este
mundo, y que somos venezolanos de nacimiento, no debemos olvidar el hecho que
nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20), que hemos
nacido de nuevo al momento de bautizarnos; y ahora somos linaje escogido,
Nación Santa, pueblo de Dios, con la única responsabilidad de anunciar las
virtudes de Aquél que nos llamó de las tinieblas a la luz (Pedro 2:9- 10).
Ahora más que nunca es el momento para mostrarnos como una sociedad cristiana
unida, para que esto suceda nuestros vínculos deben fortalecerse aún más, y
esto dependerá de cada uno de nosotros, en la medida que respetemos mutuamente
los pensamientos, tendencias y razonamientos políticos que podemos llegar a
desarrollar; más aun cuando en estos momentos los venezolanos podemos ceder
hacia tendencias polarizadas.
Es una excelente oportunidad para que los cristianos
marquemos la pauta, en cuanto tolerancia y aceptación; ya que es precisamente
ese reflejo el que ayudará a que otros se detengan a observar que somos
diferentes a el común de la población actual. Esta sociedad necesita patrones
de conducta dignos de imitar, a nuestro alcance existen diversas herramientas
para ayudar a este país que nos sirve de temporal hogar. Esta Venezuela
necesita cristianos menos habladores de política y más trabajadores;
trabajadores responsables, justos, honestos y eficaces, así como necesita gente
piadosa llena de misericordia que ruegue con sus oraciones tanto por los
gobernantes; ya que hacerlo es nuestra responsabilidad (1 Timoteo 2:1); así
como por el resto de la sociedad.
En especial hago un llamado para que oremos por los
reporteros y personal técnico, quienes laboramos en los diversos medios de
comunicación privado o del estado; ya que hemos visto amenazada nuestra
integridad personal; situación ésta preocupante. El hecho de ver por televisión
como un grupo personas extremistas arremete contra las instalaciones donde
pocas horas antes me encontraba laborando, y aun mirando la pantalla saber que
dentro estas están tus compañeros de trabajos; padres y madres de familia;
personas que sólo están allí con la intención de servir a una sociedad. El
hecho de ver colegas que por el solo hecho de vestir de rojos para cubrir un
evento del estado son repudiado por el otro sector opositor. Es alarmante el
hecho de que salir a la calle con algo que te identifique como trabajador de
algún medio privado o algo del gobierno, es una amenaza para tu vida. Esto y
muchas cosas más debe ser parte de nuestras actuales rogativas.
Para finalizar estimados hermanos les hago una petición
desde el fondo de mi corazón, no caigamos en las trampas del enemigo; no
traigamos las rencillas políticas a las filas de nuestras congregaciones.
Nuestra revolución de seguir alguna, debe ser vivir para, por y en Cristo, no
debemos afanarnos por algunas tendencias, por el contrario, busquemos la mejor
forma de mostrarnos como una sociedad cristiana más sólida, recordemos que eso
será testimonio para que esta nación, conozca a un Jesucristo que teniéndolo
todo, fue obediente, al mandato de su Padre.
Venezuela somos todos, y los cristianos somos los protagonistas
anónimos de un país que nos necesita, así que trabajemos duro cada día para
hacer de este algo mejor.
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán
llamados hijos de Dios" Mateo 5:9.
Feliz Semana.
¡Dios Los Bendiga donde quieran que estén!
Ender Goyo
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